La muerte del padre, de Karl Ove Knausgård


Brutal. Sobrecogedor. Enorme. Y podría seguir así indefinidamente. Hacía años que no leía un libro de esos que cierras con el corazón encogido, sabiendo que, de alguna manera, te ha cambiado la vida.

La muerte del padre es el primer volumen de una colección de seis novelas autobiográficas, recogidas bajo el provocador título de Mi lucha. Por lo que he podido indagar en internet, Knausgard había publicado con anterioridad dos novelas, ambas premiadas y alabadas, y se encontraba en un momento de crisis existencial, planteándose incluso su valía como escritor y su talento. Después de una temporada desesperante, en la que no conseguía producir nada, se puso como meta escribir 20 páginas diarias, de una "manera embarazosamente confesional, contando cosas íntimas de las que nunca había hablado antes." Así surgieron los seis volúmenes de Mi lucha, cada uno dedicado a una temática específica, aunque no única, y con una estructura bastante peculiar.

La primera de ellas está dedicada a desnudar la relación con su padre -una personalidad despótica y fría-, el impacto que le provocó su muerte -alcoholizado- y sus sentimientos, parte de su infancia, adolescencia y sus propias percepciones como padre de tres niños pequeños. Es una novela un tanto caótica, pues oscila entre anécdotas eternas -una fiesta de fin de año, rutinas escolares, su bloqueo creativo frente al ordenador, etc...-, de las que se aparta para elaborar reflexiones que rayan el ensayo filosófico, sin ningún orden cronológico o lógico aparente, pero que, sin embargo, transmiten una sensación de unidad casi natural. Se le ha comparado con Proust por esto mismo y, aunque es verdad que su proyecto podría calificarse de proustiano, el impacto y la crudeza con la que escribe Knausgard, su frialdad y falta de pudor y pomposidad le hacen, en mi opinión, más cercano y, por lo tanto, mucho más terrible.

Yo he leído la novela con un nudo en el estómago y la sensación de estar asomándome a un abismo, oscuro y familiar al mismo tiempo. No comparto vivencias con él en ningún sentido y, de hecho, incluso me atrevería a afirmar que es una novela muy masculina, pero a pesar de ello he sentido como si reviviese su historia. Imagino que el hecho de saber que es autobiográfico es lo que aumenta esta impresión.

Supongo que sobra decir que lo recomiendo fervientemente y que ya me he hecho con el segundo volumen de la colección. Aunque, claro está, primero tengo que terminar de digerir este.

Publicado por Fátima Casaseca   


1 comentario:

  1. Fran Rodríguez4 de julio de 2014, 16:35

    Gracias, Fátima. Estaba buscando una nueva lectura, y lo que cuentas me apetece mucho.

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