Un matrimonio feliz, de Rafael Yglesias


Cuando Sara me regaló Un matrimonio feliz un mes antes de mi boda, con la dedicatoria "a veces pasa que encuentras un libro con el título y la historia perfecta", no pude sentirme más emocionada. Justo la lectura recomendada para acrecentar el sentimiento de felicidad prenupcial. Pero no. Lo que esta obra nos muestra no encaja en el clásico happy end.

Rafael Yglesias nos propone una historia sangrante, alternando el transcurso temporal –capítulos que se desarrollan en el presente, capítulos que vuelven al pasado- con un final que, sabemos de antemano, no es feliz. Enrique está casado con Margaret, y ambos tienen dos hijos y una muy acomodada vida en Nueva York. Pero a ella le han detectado un cáncer y ya se encuentra en fase terminal. Después de varios años sometiéndose a duras intervenciones y tratamientos, Margaret decide, apelando a su dignidad, dejarse morir, no alargar más un periodo de decadencia física que implica a todos los que están a su alrededor. Entonces, en las dos semanas escasas de vida que le pronostican, empieza a preparar su despedida, con la ayuda de familiares y amigos.

Desde el comienzo los personajes muestran toda su grandeza y todas sus miserias con una naturalidad que nos hace pensar que el autor habla en primera persona, que el resignado Enrique es el mismo Yglesias, y que la penosa historia que nos narra no ha sido fruto de su imaginación. Con una literatura sin pretensiones, directa, bien ordenada, el autor plasma de una manera sencilla –y ahí reside su grandeza- todos los estadios y emociones por las que el enfermo pasa, y también todo aquello a lo que los familiares han de enfrentarse. Pero no hay lugar para la lástima, ni para el sensibleo hiriente muy propio de este tipo de historias. A base de estilos directos, Yglesias consigue engrandecer cada estadio de cada uno de los personajes, y en esa desnudez de la necesidad, es donde la dignidad de todos ellos y sus cuitas van saliendo a la luz, sin adornos, sin pretensiones de catarsis. 

Lo que en un principio de la novela es el uso del flash back para indicarnos cómo comienza este encuentro amoroso, en qué momento Enrique queda absolutamente prendado de Margaret, en el clásico amor a primera vista, se va convirtiendo luego en la necesaria narración para entender cómo ha sido el transcurso de este matrimonio desde aquella primera cita, hasta este triste momento en que se encuentran. Y en ese tiempo asistimos a un noviazgo inicial, plagado de ansias por la distancia que Margaret parece presentar siempre con Enrique, para ir dando paso a un matrimonio que, desde la llegada de los hijos, empieza a entrar en una distancia y un desapego mutuo, intercalado de años de puesta a prueba, de márgenes para la rectificación. Y es aquí donde más dura se hace la historia. Pese a que el grueso de la obra resida en la terrible enfermedad que ella padece, es en esta parte donde los personajes se muestran absolutamente desnudos, carentes de empatía con el otro, mostrando sus verdaderas costuras. Y gracias a esta parte también, es por lo que luego puede vertebrarse la despedida de ella tal y como se hace. Se entiende el dolor de su marido, pero sobre todo, se entiende el amor que se profesan, porque ya hace mucho tiempo que aprendieron a elegirse. Es entonces cuando el matrimonio propiamente se podría denominar feliz, porque es el resultado práctico perfecto de la unión libre entre dos personas, sólo por el amor a compartirse.

Como puede comprobarse, por tanto, no participa este libro de la literatura rosa en el sentido más clásico. Pero sí merece la pena dejarse llevar por él, porque hay algo que parece despejarse después de su lectura; aunque sólo sea la desnudez de nuestras limitaciones.

Publicado por Charo Bejarano   


9 comentarios:

  1. Los libros que vienen con esos saltos en el tiempo que te ayudan a entender mejor la situación, me gustan y estas historias que por desgracia pueden ser tan reales, también. Buena reseña Charo, y bienvenida :)

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  2. Carlos Javier Ruiz Masó12 de noviembre de 2013, 10:05

    Qué bueno va ser tenerte entre nosotros Charo! Un placer leerte!

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  3. Cristina Serrano Fernández12 de noviembre de 2013, 10:08

    Bienvenida Charo, una reseña impecable, que bien escribís... un besazo

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  4. Carmen Alicia Aguado12 de noviembre de 2013, 16:26

    Bienvenida Charo. Un placer leerte.

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  5. Gracias a todos. Un abrazo.

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  6. Bienvenida Charo, un placer leerte, que envidia me dais.

    Besos

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  7. Hola, Charo, tengo pendiente la lectura de esta novela desde el año pasado, pero la he ido posponiendo por otras. Creo que, tras lo mucho que me ha gustado tu reseña, ya va siendo hora de que me ponga con ella. Bienvenida, un abrazo.

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  8. Me ha encantado tu reseña Charo, y también el libro, así que veré si puedo pillarlo para leerlo.
    También le he echado un vistazo al resto de la página y he encontrado libros que me apetecen bastante, está bien esto de ampliar fronteras y lecturas. :)

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